domingo, 30 de enero de 2011

La búsqueda del límite fisico…dureza y atracción.

Cada uno tenemos un deporte o afición que al menos un rato al mes nos hace evadirnos de lo cotidiano, esto torna en obsesión positiva cuando el deporte o afición en cuestión nos lleva a explorar nuestros límites.

En mi caso la moto o la montaña son mis dos particulares obsesiones positivas. La primera, la moto, lleva ya muchísimos años conmigo y cosas como las que ahora os voy a relatar me sorprenden cuando crees que llevas mucho camino recorrido. De la montaña os iré contando aventuras, pero hoy toca contaros moto, aun con el dolor reciente de haber pasado frio intenso continuo en las manos.

En la moto hay dos grandes tipos de motoristas: Los cómodos y los inconformistas. Los primeros gustan de dar un paseín con 20 grados, cielo despejado  y viento calmo, a lo más un chaparrón o nube grande puede resultarles peor que las 7 plagas pues su cuero nuevo se va a ensuciar.

Pero centrémonos en nuestra especie, los que nos interesan, los inconformistas. Cuando vamos recorriendo kilómetros en nuestra vida motera vamos queriendo más y más. Primero subimos un día de nieve a la famosa Cruz Verde, hace frío e incluso puede haber hielo, pero al llegar arriba vemos que nos hemos sido los únicos intrépidos en tomar esa decisión y ya no nos sentimos tan especiales ni tan valientes…comienza el inconformismo-obsesivo, queremos más ración de aventura!

Nuestro siguiente paso en la vida motera es acudir a la archifamosa Pingüinos, en plena submeseta norte Vallisoletano y a comienzos de Enero puede ser el “novamás”, si además lo realizas con temporal de nieve tu entorno familiar puede pensar que te falta un puto tornillo, durante el camino llegas a pasar algún mal rato por tener nieve cruzada, bastantes grados negativos y visibilidad cercana al cero…pero, de nuevo, ay! De nuevo ese espíritu aventurero se caga en todo! Una amplia autopista nacional copada de áreas de descanso y una multitud de gente por mucha nieve que tenga, poca aventura es.

Aunque oyes en otras bocas que Pingüinos es lo más cercano a la muerte que han sentido, a ti, motero y deportista que buscas tus límites…200 kilómetros por autopista con todas las comodidades te parecen poca cosa. De nuevo tu cabeza busca nuevos límites, nuevos retos que te hagan sentir especial, único…valiente.

Y en este 2011 la vida motera del que escribe ha dado un nuevo paso. La asistencia a una pequeña concentración libre celebrada en un pueblo serrano de Teruel jalonado por estaciones de esquí, una tierra de belleza indescriptible pero dotada de la climatología más dura que podáis imaginar en suelo patrio.

Se llama Reunión Libre de Javalambre, pero yo me voy a centrar en el viaje, en la parte arisca del asunto.

Primero acudí al mapa y a mis conocidas rutas comarcales de interior para evitar aburridas y equipadas autopistas y el rutómetro resulta este. Comenzamos en Guadalajara camino a Sacedón, Cuenca, Teruel y acabamos en Javalambre.

Estamos en Enero, con temporal de frio y nieve, pero disfrutamos de un time-lapse de 48 horas donde no nevará gracias a la ausencia de precipitación, pero el frio anunciado es de escándalo.
Las tierras a atravesar se componen de una hilera de serranías con cotas oscilando de 1100 m. a 1600 m. considerando que este punto del interior peninsular por su acentuado carácter continental marca record de mínimas temperaturas año tras año, por lo que considerando el parte del tiempo y estación del año, nos estábamos metiendo en un buen fregado.

Contare la etapa más reseñable, aquella que resume con énfasis el sabor de este viaje.
Volviendo al tema de sentirse único, muchas de las etapas del viaje de ida o vuelta te hacían sentirte así pues no veías ninguna moto mas aparte de tu grupo, los del lugar te increpaban sobre qué coño hacías en moto en esa época del año por ahí  o la terrible sensación continuada de soledad en esas tierras en estado latente, esperando que avance el invierno hacia la primavera.

La etapa en cuestión es al retorno del viaje, el tramo Ademuz-Cuenca-Casa. Tras una noche de dormir unas pocas horas, helado y con la ropa puesta por el frio en el refugio.

Ademuz te da un respiro, aun siendo una tierra fría lo es menos que donde vienes(Teruel)…y que adónde vas(Cuenca).

En todo momento vas flanqueado por cercanas montañas nevadas, ríos colindando la carretera o humedades heladas en las umbrías. El viento es un potente chorro helado que se cuela en tu casco, recovecos de tu cazadora, guantes y demás retaguardias. Tu sensibilidad de los dedos dura solo 20 minutos desde que arrancas, luego tu tacto de manetas se reduce a un desagradable on-off y sientes que careces de fuerza, que según asciendes o desciendes el frio te ataca de un modo insoportable, llegas casi a tu umbral de dolor.

Todo está nevado en los márgenes, hace 20 minutos que no te cruzas un solo coche. Sigues una rutina mirando por el espejo para controlar que tu compañero no tiene problemas y sigue ahí, comprobando vueltas y velocidad y de refilón los testigos de motor para que todo vaya ok.
Rompen esa dura monotonía las curvas encharcadas de hielo que te obligan a tumbar lo menos posible, ser fino con gas y frenos y casi acróbata para ir por algún carril seco…si existe.

Los kilómetros se suceden ,estas lejos de donde partiste pero aun mas de tú destino. De repente se pone a nevar, mierda! Está todo encapotado, nevado y con un frio helador. ¿Habrá sido buena idea tomar la alternativa más difícil? Incluso inicias una etapa cuestionándote si merece la pena pasarlo tan mal, en momentos no quieres estar ahí, anhelas ir en coche con la calefacción. Sientes que no es lógico estar “ahí fuera” expuesto y a una cierta velocidad que aumenta exponencialmente la sensación térmica hacia un frio terrible, inaguantable.

En alguna recta que muere en el infinito te desesperas y subes la velocidad, es inútil te queda un montón y cuanto más corras, mas frio hace. Tienes establecidas tres paradas a gasolina donde pones el contador a cero de frio recibido con 10 minutos al calor de la caseta de la gasolinera y vuelta al ruedo.

En tu lucha interna comprendes que tienes que disfrutar de esto, que enfocar con negatividad la situación que tú solo has creado es inútil, pero en ese momento no te convences ni de coña, matarías por pulsar un botón y caer en el sofá de casa.

Pero como todo en esa vida tras unas horas de más de lo mismo ya estas cerca de destino. Antes tienes que atravesar el mar de accesos a Madrid y de nuevo la gente desde los coches no comprende a ese motero que va calándose y que su equipaje delata que viene de lejos.

 Unos kilómetros antes de llegar a destino enfilo el puerto de Galapagar y aun estando a -1 grados disfruto pilotando con suelo húmedo sabiendo que ahí arriba, esta mi casa, el calor de mi casa!!

Al entrar en mi pueblo me cruzo con mi novia y justo en ese momento me siento muy especial!

Mi moto está llena de barro, sal y mierda. Yo empapado y cargado de capas de ropa técnica superada por el frio, sucio, maldormído, lleno de equipaje. Hasta la gente que pasa por ahí miran con extrañeza a ese motero que viene de lejos en un día así. Pero me siento como un piloto de la Isla de Man o un Dakariano al terminar sus pruebas. He cumplido mi pequeña aventura!
  
Lo he pasado mal, no he visto ninguna moto en todo el camino, hacia mas frio del que pueda aguantar una persona, los paisajes eran descarnados e inhóspitos…todo esto me recuerda a los valentísimos alpinistas que comienzan a masticar y macerar su aventura cuando bajan de ese infierno, se dice que disfrutas tu viaje cuando vuelves a él mentalmente, yo ya lo estoy haciendo aquí, con vosotros.

Buscad vuestra aventura, como veréis no es fácil y muchas veces os sabrá a poco pero cuando la halléis, cuando os haga llegar más lejos de donde teníais establecido vuestro limite, cuando el sufrimiento es parte necesaria de la consecución, seréis especiales.


6 comentarios:

  1. Muy buen post, camarada. Obviamente te comprendo muy bien. En la vida creo que tenemos normalmente dos elecciones: lo correcto o lo fácil,normalmente, en ests tiempos se elige lo segundo. Con lo primero avanzamos en todos los sentidos. Sin aventura la vida es simple. Gracias por describirlo tan bien. Me alegro que el viaje te haya marcado un poco je,je, un abrazo.. cálido!

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  2. Sin duda el fin de semana fue excelente,por todos vosotros que nos acogisteis a Jose y a mi como si fueramos de toda la vida como por el lugar el cual me hubiera gustado tener tiempo para visitarlo.

    Pero siempre me ocurre una cosa,acudiendo a dos ejemplos como son Cheste yendo por comarcal o a Jerez y recorriendo la sierra de Cadiz/Malaga,que al final lo que mas me gusta el la base de todo...montar en moto,sentir la brisa calida o gelida segun corresponda.Atravesar paisajes alejados en el mejor vehiculo para sentirte en el,comer en tascas alejadas de todo...

    La pureza de la moto!

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  3. Muy buen reportaje,describe perfectamente el espiritu de Javalambre,yo tambien estuve alli.UVES

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  4. Felicidades por hacerme recordar por qué hacemos Javalambre, es fácil, para gente como tu.

    Gracias.

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  5. Me alegra que os haya gustado,de verdad.Mike te estuve viendo todo el fin de semana sacando fotos,buenisimas con la dificultad de tirar con poca luz(esta es otra de mis aficiones,aunque disparo con una Canon G11,por ahora...)

    He intentado transmitir una fraccion de este fantastico viaje,los momentos en que estas el frio,los paisajes invernales tu y la moto.Con poder trasladar parte de ese sentimiento me quedo feliz.

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  6. Muy bueno Alex, gracias por recordarme el viaje. Está fue de la buenas, aunque como dice Luigi no de las mejores.
     
    Por cierto, tengo todavía vuestra preciosa Estrella de Javalambre que avala la asistencia a dicha concentración.
     
    Vssss. Óscar

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